Editorial: Los vecinos sin techo
«Los vecinos sin techo». Así los llamaron los amigos de la junta de vecinos del Parque Forestal respecto a nuestro Albergue de Villavicencio. Nos llamó la atención y nos gusto mucho el lugar que la ciudadanía organizada les dio.
Hace un tiempo que tenemos la sensación que hablar de personas en situación de calle (PSC) es una forma de acercamiento que no responde a la realidad: Sin duda los conceptos nos ayudan a definir mejor la realidad a la que nos acercamos. De ahí la necesidad de repensar y seguir la evolución del concepto.
Es sabido y valorado el cómo pasamos desde la idea de indigente, mendigo, pordiosero hacia el concepto de persona en situación de calle (PSC). Llevamos más de 15 años y el concepto ha sido muy valioso y ha permitido desarrollar metodologías y pensar en políticas públicas que se acerquen al problema.
Creemos necesario y oportuno volver a preguntarnos si es necesario o no dar un paso más en la re-conceptualización. Así nos atrevemos a proponer un par de reflexiones que desde el trabajo en terreno vemos necesario mirar.
1. LA ESTRATEGIA DEBE SER FOCALIZADA.
Hoy las PSC siguen siendo un concepto genérico, más positivo y amigable pero no menos abstracto y confuso. ¿Qué es lo común que tienen las PSC? ¿Cómo pensar una politica publica que responda a tanta diversidad?
Si pensamos a las PSC «al voleo», podemos evitar ciertos riesgos comunes como son el frío, el hambre, la falta de techo, pero es muy dificil avanzar en la solución del problema pues necesita un abordaje específico.
Una creencia equivocada trae un error en la práctica, de muestra un ejemplo: Muchos creen que el problema se soluciona si tienen trabajo; así varios programas contemplan la capacitación en oficio y luego la inserción laboral. Grosso error: son muchos lo que hacen ese ejercicio y al cabo de 2 o 3 meses dejan el trabajo y vuelven a la calle. Sin duda hay casos exitosos, pero son los menos.
“Toda persona que llega a vivir en la calle ha desarrollado un proceso relativamente largo de deterioro personal y relacional que lo deja sólo en la calle. Como parece evidente para salir de ella se requiere un proceso relativamente largo de reconstrucción de si mismo y de sus relaciones”
Si estamos deacuerdo con la afirmación anterior entendemos que sólo el trabajo no sirve, que sólo el techo no sirve, es necesario un proceso de reparación y resignificación, si esto no se asegura las posibilidades de salir de la calle o de no volver a ella son nulas o casi nulas.
Hace algunos años que desde Educere venimos buscando estrategias focalizadas para acompañar los procesos de inclusión social. Hemos podido entender que existen 4 grandes grupos o tipos de problemas que requieren formas distintas de intervención y acompañamientos específicos (usamos como referencia la base de datos institucional de los ultimos 3 años que son un poco de 500 personas), lo que existe son:
- Adultos mayores (mayores de 60 años con alto deterioro incluso algunos se puede bajar la edad a los 55). Cercano al 20%.
- Jóvenes adultos y adutos con problemas de adicción (consumo problemático y abusivo). Más del 80% de la población.
- Jóvenes adultos y adultos con discapacidad mental: 10%.
- Jóvenes adultos y adultos que están casualmente viviendo en la calle (perdieron el arriendo, fueron desalojados, por violencia, etc) grupo que no llega al 5%.
Estamos convencidos que desde Senadis, Minsal, Senda, Senama y Sence se debe avanzar en ofertas especializadas no para PSC, sino para grupos de ciudadanos que han llegado a la calle o que saldrán de ella en la medida que son acompañados desde su especificidad.
La trilogia debe contemplar Acompañamiento, Residencia y Trabajo especializado, la oferta genérica ya no da resultado, sólo evita algunos daños pero no avanza en inclusión.
2. EL GOBIERNO LOCAL ES LA CLAVE ARTICULADORA.
Hablar de los Vecinos sin techo no sólo nos exige un acercamiento que reconoce al sujeto en toda su especificidad, sin generalizaciones abstractas, sino que nos pone en sintonía con los derechos ciudadanos, derechos propios de todos los vecinos de una comunidad. Cambia la perspectiva, ya no es una persona que sacar o que no mirar cuando camino por el barrio, sino un vecino con quien construyo comunidad: En la medida que lo reconozco y lo incorporo hago más seguro mi barrio. Así el vecino sin techo tiene un problema que juntos como comunidad podemos y debemos resolver.
Estamos convencidos que el abordaje focalizado y articulado es una tarea del gobierno local. Son los municipios quienes están llamados a generar las condiciones para que los vecinos que están sin techo avancen en la urgente inclusión social que ellos necesitan.
Importante indicar que el rol del municipio no es resolver el problema, sino articular los distintos servicios focalizados que están en el territorio para que efectivamente estos vecinos puedan ser acompañados en su proceso de regreso a la inclusión social.
Quizás por el tipo de relación que generan los vecinos sin techo con los gobiernos y en particular con el gobierno local, no sean estos, directamente quienes desarrollen el acompañamiento para la inclusión. El riesgo de desarrollar relaciones clientelares o de asistencialismo, donde el vecino sin techo quisiera mantener una relación de dependencia o de exigencia, como si fuera obligación del gobierno local proveer determinado servicio.
El paso a la responsabilización y el empoderamiento fundamentales para salir de la calle, son actitudes muy difíciles de generar desde la oferta publica. En este sentido son las organizaciones de la sociedad civil las que cuentan con la expertis necesaria para el acompañamiento a la inclusión.
Dante Gasic Yaconi
Director Ejecutivo Fundación Educere